Para poder aproximarnos al problema del reclutamiento de los niños en el conflicto armado colombiano, es importante conocer la definición de los conceptos abordados. Según UNICEF, se considera la participación de los niños en la guerra como “cualquier persona menor de 18 años que forma parte de cualquier tipo de grupo armada regular o irregular en cualquier capacidad, inclusive, pero no solo, como cocinero, porteador, mensajero, y cualquiera que acompaña a estos grupos, excepto los familiares. La definición incluye niñas reclutadas para realizar actividades sexuales y contraer matrimonios por la fuerza” . Por tanto, “un niño reclutado” no solamente hace referencia a un niño o a una niña que porta o ha portado armas. La definición es bastante amplia con el fin de abarcar la mayor cantidad posible de niños, y así poder asegurar su inclusión en los programas de desmovilización y reintegración . Dicho esto, el concepto también integra “toda persona menor de 18 años que es miembro o está vinculado a las fuerzas armadas gubernamentales o a cualquier grupo armado regular o irregular, en lugares donde exista o no un conflicto armado”.
Con esto se puede decir que los niños que se consideran parte del reclutamiento forzado en Colombia son todas aquellas personas menores de 18 años que forman o han formado parte de cualquier tipo de fuerza armada, se trate del ejército o de grupos armados al margen de la ley; hayan o no portado armas y con indiferencia de las labores que realicen o de las actividades a las que sean o hayan sido sometidas dentro de estos grupos.
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| Imagen obtenida de: elperiodico.com |
Según UNICEF, los niños que son reclutados pierden su infancia y son víctimas a menudo de una brutalidad inimaginable. Hay numerosos casos en que los grupos armados han drogado y obligado a estos niños antes de hacerlos parte del combate, y los han obligado a cometer delitos contra sus propias familias con la intención de dar fin a sus lazos familiares. Las niñas son obligadas a participar en actividades sexuales, por lo general, al servicio de un comandante, pero también son víctimas de violaciones en grupo .
Uno de los factores más alarmantes en los conflictos armados es la participación de los niños como soldados. Los niños integran ejércitos en los que desempeñan funciones de apoyo, como cocineros, cargadores, mensajeros y espías. Sin embargo, cada vez se observa más que los adultos incorporan a los niños soldados deliberadamente. Algunos comandantes han observado la conveniencia de utilizar a los niños porque son “más obedientes, no cuestionan las órdenes y son más fáciles de manipular que los soldados adultos” .
Muchos instrumentos internacionales se han ocupado de regular tanto el derecho a la guerra como el derecho en la guerra, y todos han sido insuficientes para frenar la participación de los niños en los conflictos bélicos. En Colombia la situación es bastante crítica cuando se trata de la participación de los niños en el conflicto y su impacto en la niñez colombiana en aspectos de orden psicosocial.
Derecho internacional Humanitario
“Es un conjunto de normas pactado en convenios de Ginebra de 1949 complementados con Protocolos adicionales de 1977 relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados las cuales tratan de limitar los efectos de los conflictos armados cuyo objetivo es de proteger a las personas que no participan o participaron en combates, limitando los medios y métodos de hacer la guerra. Conocido también como derecho de la guerra o derecho de los conflictos armados”. Con esto se construyen leyes para someter la impunidad de los delincuentes, castigar crímenes y violaciones de derechos (Comité internacional de la Cruz Roja, 2004).
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| Imagen tomada de: elcolombiano.com |
Los grupos armados se crean desde y generan una mentira institucional pues conforman una guerra civil entendiendo con guerra “ toda confrontación de intereses sociales que acuden a las armas como recurso para dirimir sus diferencias” (Martín-Baró, 2000) en una sociedad intolerante y fragmentada por un poder instaurado en el imaginario de la mayoría de las personas, poder que a su vez instaura otra mentira pues anula todo carácter democrático establecido debido que para que “ un gobierno sea democrático no debe impactar solo en la forma como se elige al encargado del país sino también de las fuerzas que día tras días determinan su actuación.” (Martín-Baró, I, 2000. La violencia política y la guerra como causas del trauma psicosocial en El Salvador).
Por lo que hay una gran esfera de mentira que no permite construir una imagen verídica de la realidad.
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